Este perfume surgió sólo por diversión:
“¿Qué sucede si cojo mi Sex and The Sea, un aroma extrovertido, sexy y cálido, y lo combino con mi Neroli -un olor tímido, punzante e hipnótico-?
Eso sí, las cosas no sucedieron tan fácilmente, tuve que calibrar toda la fórmula para que el Neroli se mantuviera en la misma habitación que Sex and The Sea. Pero el resultado fue tan hipnótico y sexy, tan refrescante y cálido, que decidí producir este pequeño tesoro y no sólo guardarlo para mi uso personal.
Tengo que admitir que me gusta la actitud antisnob, por lo que la simple idea de crear algo tan comercial como un “flanker” fue estimulante” dice Francesca Bianchi.
Sex and The Sea Neroli presenta, como la versión original, un corazón de coco, la salinidad del mar, el dulce sudor de una piel cálida, pero esta vez con un toque de frescura narcótica, lo que hace que el perfume sea más complejo y su evolución más intrigante.
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