Regreso a la infancia y a la ligereza. Una divertida fragancia que recrea el ambiente del parque de atracciones del mismo nombre de Santa Mónica a través de sus dulces notas gourmand. El olor de la fruta confitada y el caramelo abraza la frescura de la mandarina y la pera; una brisa golosa que sopla entre carruseles.
DIARIO DE PACIFIC PARK
El olor de la fruta confitada, del caramelo y de los crepes llega sobre la avenida del Océano atrayéndonos hacia los carruseles del muelle. Sonríes como la niña que fuiste hace quince años y me miras como aquella tarde en el Luna Park. Regreso a la infancia, regreso a la inocencia en este julio soleado en Santa Mónica donde nos sentimos niños un día más y nos divertimos sin pensar en el mañana. Nos tomamos un sorbete de frutas y mantenemos la mirada en la otra felicidad.
Aquí empiezan nuestras vacaciones. Recuerdos, sensaciones redescubiertas de una infancia ligera que me sigue con vosotros en cada carrusel de este muelle y proyecta en mi mente fragmentos de un niño que había olvidado. Un niño que jugaba sin preocupaciones y que comía caramelos. Es una película lejana del presente pero que ahora parece tan actual.
Me rindo a esa película del pasado para encantarme y llevarme suavemente.
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