Un cielo de verano y los arbustos de lavanda de las colinas de la Alta Provenza se mezclan en una armoniosa paleta de azules hasta donde alcanza la vista. Rodeado de campos, el aroma mineral de la tierra aporta especias a las notas vivas y rústicas de las delicadas florecillas azules.
Elija una vela y luego emparéjela con otra para descubrir su inesperada alquimia olfativa, que parece reinventar cada aroma mientras crea un tercero.
Dúo Hoja de Lavanda y Verbena de Limón: El herbario de un botánico. Sobre una gran mesa, un botánico expone las plantas que va a dibujar. Hay hojas, flores, brotes a punto de abrirse y hierbas de todo tipo. Las ramitas de lavanda y los tallos de hierba luisa llenan el taller con sus notas dulces y aromáticas.
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La primera vez que enciendas una vela aromática, déjala arder durante dos o tres horas hasta que toda la cera de la superficie se haya vuelto líquida.
Recorta la mecha regularmente con el recortador de mechas especial (longitud ideal: 3-5 mm)
Al apagar la vela, comprueba que la mecha esté en posición vertical y centrada.
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