De niño, Yves Coueslant, uno de los fundadores de Diptyque, pasaba los veranos a la orilla del mar en la pagoda que su padre había hecho construir en Do Son, en la bahía de Along. Lejos del calor húmedo del gran puerto de Haiphong, el aire era más fresco. La brisa marina traía consigo el aroma embriagador y ligeramente picante de las tuberosas que tanto le gustaban a su madre.
Este aceite de ducha es un milagro de sensaciones. Es transparente pero se transforma en una emulsión suave y espumosa al contacto con el agua. Concentrado en aceite de semillas de albaricoque, ofrece bienestar y suavidad. La sensualidad del nardo de Do Son despierta y desvela su carácter floral, que se encuentra entre los más voluptuosos del mundo del perfume. El aceite de ducha es un verdadero producto tres en uno que limpia, suaviza y perfuma intensamente al mismo tiempo.
Los Gestos de Fragancias se inspiran en la historia del perfume, reinventando las texturas para ofrecer un nuevo enfoque de la aromatización personal.
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