Un aromático floral con un fondo dulce y cálido, te envuelve de forma elegante y delicada, donde la rosa y el oud se encuentran para bailar un tango.
Aquí el sol es un personaje risueño. Cálido y acogedor como el oud. Aquí el pájaro común, el hornero, tiene una forma intensa, rápida e inesperada de cantar y llamar a su pareja. Como el tango. Esta danza nómada, símbolo del viaje, de la mezcla de culturas, de las tradiciones compartidas, expresa la sorpresa constante de la vida. Una sorpresa como un toque de ambrette combinado con rosa. Los bailarines se entregan por completo a la suavidad y audacia de sus movimientos. Ella lleva una rosa en el pelo, sus tacones dibujan una corola en el suelo. El jazmín y la magnolia susurran entre sus hombros y cinturas. El corazón de chipriol y la resina de benjuí siguen sus latidos. Aquí los ingredientes están en escena. Ofrecen una fórmula danzante, delicada y atrevida, un atractivo imprevisible, una atmósfera cálida y confiada. Aquí el suelo resuena con los pasos de los bailarines, el cielo se llena de cantos de pájaros y en el aire flota un perfume envolvente.
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