Ambiciosa y sensual
Ambra de Jeroboam es una fragancia que redefine el clásico aroma de ámbar en un territorio moderno y andrógino. La perfumista Vanina Murraciole ha logrado crear una obra maestra que se atreve a jugar con la dualidad de lo dulce y lo oscuro, lo aireado y lo pesado, lo masculino y lo femenino. Ambra es una invitación a un viaje sensorial a través de las notas cálidas y acogedoras de esta resina aromática.
La fragancia comienza con una explosión de bergamota y geranio, que se combinan para dar una sensación de frescura y claridad al aroma. Pero pronto se convierten en el telón de fondo de una vainilla cremosa y acogedora, que es el corazón de la fragancia. Esta vainilla está lejos de ser empalagosa o excesivamente dulce, sino que se presenta en una forma aérea y liviana, con un matiz fresco y picante que la hace interesante.
A medida que la fragancia evoluciona, se vuelven más evidentes las notas de ámbar y bálsamo de Perú. Estas notas se combinan para dar una sensación rica y profunda al aroma, con una sensación casi resinosas. Pero aquí es donde Ambra sorprende: en lugar de convertirse en una fragancia abrumadora y densa, como a veces puede suceder con los perfumes de ámbar, Ambra sigue siendo ligero y aireado, gracias a la incorporación de enigmáticos almizcles que le dan un aura misteriosa y seductora.
Por último, las notas de patchouli y vetiver aportan un toque terroso y ahumado a la fragancia, que ayuda a equilibrar las notas más dulces y florales. Estas notas también aportan un elemento masculino a la fragancia, lo que la hace perfecta para cualquier persona que busque un aroma que sea andrógino y sexy a partes iguales.
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