Desde ser el proveedor de La Corte de Luis XIV hasta ser galardonados en la Exposición Mundial de 1889, Trudon ha sido sinónimo de excelencia. Su prestigio llevó a la manufactura a obtener el título de "Manufactura Real", un reconocimiento inigualable. Inspirados en eventos significativos, como el encanto del Oriente, la efervescencia de la revolución cubana o el esplendor de Versailles, los maestros perfumistas de Trudon han concebido fragancias que son verdaderos viajes olfativos. Velas como "Abd El Kader" y "Spiritus Sancti" son testimonios de esta herencia.